El sagayo templado fue el detonante de la furia del patito feo; recuerden la masacre de la sinalefa, un caso similar en el balneario de Pene-Lope Cruz. El flush del patito alteró a cualquier limpiasables, entre ellos, el famoso “Ranchi”, autor del libro “nubes de furia en caramazón”.
Alarmados ante esta situación, hemos decidido eliminar cualquier hipótesis posible relacionada con la fecundación del pinzón degollado y proceder a otro tipo de investigación, esta misma provocada por un nuevo dolor de ojete, tremendo según comentarios.Para ello hemos acudido al libro “Posadas en amplificado X”, en donde nos aclara que lo del patito no es un problema, sino un talento. Pese a esto, el patito feo donó un huevo al hospital “Directo al Infierno, con un huevo en el cielo”, y se dedicó a la acupultura tailandesa.
Alarmante pero verdad, que se haga la luz.